sábado, 25 de febrero de 2017

CONSEJOS DE PATRONIO. Diario de un refugiado IV


Cuando estábamos en la fila, de pronto llegó un hombre que nos ofrecía la posibilidad de llegar hasta Italia todos juntos por tierra, en un viaje largo, caro y difícil, porque nos pedía mucho dinero para ello. Las dudas nos agobiaban a todos, y entonces yo pedí consejo a Álvaro, hijo de Pablo, amigos desde pequeños, y después de lo vivido en el apartamento, teníamos mucha confianza el uno en el otro.

- Querido Álvaro, la situación esta complicada, y no se que hacer, porque de mi familia no me quiero desprender, pero gastar más dinero en hacer el mismo viaje que ya ha pagado mi padre, y con menos seguridad, me da mucho que pensar.

- Querida Alía, te voy a contar un cuento sobre "Lo que sucedió a un hombre que iba cargado con piedras preciosas y se ahogó en el río"


"...había un hombre que llevaba a cuestas gran cantidad de piedras preciosas, y eran tantas que le pesaban mucho. En su camino tuvo que pasar un río y, como llevaba una carga tan pesada, se hundió más que si no la llevase. En la parte más honda del río, empezó a hundirse aún más.
»Cuando vio esto un hombre, que estaba en la orilla del río, comenzó a darle voces y a decirle que, si no abandonaba aquella carga, corría el peligro de ahogarse. Pero el pobre infeliz no comprendió que, si moría ahogado en el río, perdería la vida y también su tesoro, aunque podría salvarse desprendiéndose de las riquezas. Por la codicia, y pensando cuánto valían aquellas piedras preciosas, no quiso desprenderse de ellas y echarlas al río, donde murió ahogado y perdió la vida y su preciosa carga"
- Querido Álvaro, con esto me has ayudado a decidir, que camino debo elegir. En el barco voy a subir, aunque separados tengamos que ir.

MORALEJA
A quien por codicia su vida aventura,
sabed que sus bienes muy poco le duran.

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